TERRITORIOS Y SOCIEDADES AL MARGEN DE LA
GLOBALIZACIÓN
A Desigualdades
crecientes a todas las escalas
La
globalización tiene como consecuencia una explosión generalizada de las
desigualdades sociales y territoriales entre beneficiarios y excluidos, en
todos los países, tanto del Norte como del Sur, y a todas las escalas. Una
pequeña oligarquía de la población (1 % de la población planetaria) detentan el
38% de la riqueza mundial mientras que los tres mil millones de habitantes más
pobres no poseen más que el 4,2% ; el 45% de la población mundial vive con
menos de dos dólares al día. En Reino Unido, país del Norte, el 25 % de los
niños viven por debajo del umbral de la pobreza.
Con el
crecimiento demográfico y la crisis, la situación se degrada. La mitad de la
población activa mundial está en situación precaria, más de mil millones de
habitantes pasan hambre, mil quinientos millones no tienen acceso a la
electricidad y tres mil millones a instalaciones de aseo. Los Objetivos del
Milenio para el desarrollo (OMD) anunciados por la ONU en 2000, que promueven
el progreso social, económico y la solidaridad han quedado caducados.
De hecho,
la evolución diferenciada de los países, se ha pasado de un Sur a los “Sur”. A
países que crecen rápidamente y donde emerge una clase media urbana (NPI de
Asia, Asia del Este, Europa central y oriental y una parte de América Latina),
se les puede oponer países que permanecen estancados (Norte de África, América
andina y central) y espacios “bloqueados” (África subsahariana, Asia del Sur).
5. Las divergencias crecientes de los Sur |
B La urgencia de desarrollo:
los países menos avanzados (PMA)
Los
48 países menos avanzados son los Estados más frágiles y marginales. Fueron
definidos en 1971 por la ONU, y se caracterizan por acumular bloqueos económicos y sociales muy importantes. Treinta
y tres se sitúan en África Subsahariana, nueve en Asia y cinco en el Pacífico.
En
ellos la cuestión del desarrollo se plantea con total agudeza. La debilidad de
los Estados, la ausencia de cobertura social y de sistemas de jubilación, la
insuficiencia de los sistemas de salud, de educación y de las infraestructuras,
la imposibilidad de acceder al agua potable, a los saneamientos o a la electricidad son vectores del mal
desarrollo: pobreza, trabajo infantil, sobreexplotación del patrimonio natural
o forestal.
A causa de sus importantes riquezas naturales (petróleo en
Sudán y en Angola, uranio en Níger, minerales en Congo…) Estas economías son
expoliadas por las firmas transnacionales de los países desarrollados o
emergentes, y por élites políticas locales autoritarias y corrompidas que se
enriquecen en detrimento de la población.
Numerosos
conflictos internos, por no decir de guerras civiles, estallan motivados por la
competencia por el acaparamiento de rentas (diamantes en Sierra Leona y en
Liberia), u destruyen el tejido social y económico. El futuro de los países
menos avanzados es una apuesta crucial de la comunidad internacional y forma
parte de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo.
Doc. 7 Lujo y
pobreza en Sâo Paulo, Brasil
|
La favela de Paraisópolis (segunda mayor favela de la urbe,
con cerca de 100.000 habitantes) está situado en medio de Morumbi, uno de los
más ricos barrios de la metrópoli.
C Marginalidad, inseguridad y problemas
geopolíticos.
Los
territorios y sociedades al margen de la globalización conocen un fuerte
aumento de las tensiones sociales y económicas y también de la inseguridad. Las
revoluciones de la “primavera árabe” (2011) traducen el ascenso de las reivindicaciones
democráticas, sociales y económicas. La movilización de la población, en
particular de la juventud, enfrentada al paro y a la miseria, provoca la caída
de los regímenes autoritarios y corrompidos (Túnez, Egipto, Libia).
El
incremento de actividades y tráfico ilícitos es una de las maneras de inserción
en la globalización. La cultura y el tráfico de droga desestabilizan de manera
creciente América central y andina, la cuenca del Caribe, una parte de África,
Asia central y del Sudeste (Afganistán, “Triángulo del oro” en los confines de
Laos, Tailandia y de Myanmar).
La
piratería marítima conoce un fuerte desarrollo en Asia del Sudeste, en el golfo
de Guinea y en Somalia. La movilización militar contra esta plaga no puede ser
eficaz más que en el cuadro de la promoción de un orden internacional más justo
y más solidario.
Doc 7.
Desigualdades crecientes entres los
países en desarrollo: el informe de la ONU de 2011
A pesar de reales progresos, no llegamos
a los más vulnerables. Aunque numerosos países hayan demostrado que los
progresos son posibles, hace falta
todavía intensificar los esfuerzos. Es preciso dirigir nuestro punto de
mira a los que son más difíciles a alcanzar: los más pobres entre los pobres y
los que están en desventaja por razón de su sexo, de su edad, de su pertenencia
étnica o de una minusvalía. Las diferencias entre las zonas rurales y urbanas
son sobrecogedoras.
Son los niños más pobres quienes menos
han progresado en términos de nutrición. En Asia del Sur, no se ha constatado
ningún progreso entre 1995 y 2009 entre los niños de las parejas más pobres,
mientras que la frecuencia de la insuficiencia ponderal entre el 20% de las
parejas más ricas disminuía en cerca de un tercio.
Los progresos en materia de saneamientos
no afectan generalmente a los pobres que viven en las zonas rurales. Cerca de
2,6 mil millones de personas no tienen servicios con cisterna u otras formas de
saneamiento. Allí donde los progresos existen no benefician a los pobres.
Mejorar la vida de un número creciente de
habitantes pobres urbanos permanece como un desafío monumental. Los progresos
realizados en los barrios de chabolas no han sido suficientes para paliar el
crecimiento de las construcciones de infraviviendas informales. Los habitantes
de las ciudades viven en tugurios serían, hoy, 828 millones, contra 657
millones frente a 828 millones en 1990 y 767 millones en 2000.
El acceso al agua potable se ha
incrementado de forma desigual. En todas las regiones, la cobertura en las
zonas rurales es menor que en las ciudades.
Objetivos
del Milenio para el Desarrollo. Informe 2011, ONU
Doc. 8 “Occupy Wal
Street”: manifestaciones contra los excesos de los bancos y las desigualdades
económicas.
|
En el contexto de la crisis, las
manifestaciones se han extendido, del 17 de septiembre al 15 de noviembre de
2011, sobre una plaza próxima del barrio financiero en Nueva York. Uno de los
eslóganes, “Somos el 99%”, denuncia la concentración de la riqueza en beneficio
del 1% de la sociedad americana. El movimiento afecta a otras ciudades de Estados Unidos y en el mundo (Londres,
Berlín, Francfort…)
Doc 7.
Desigualdades crecientes entres los
países en desarrollo: el informe de la ONU de 2011
A pesar de reales progresos, no llegamos
a los más vulnerables. Aunque numerosos países hayan demostrado que los
progresos son posibles, hace falta
todavía intensificar los esfuerzos. Es preciso dirigir nuestro punto de
mira a los que son más difíciles a alcanzar: los más pobres entre los pobres y
los que están en desventaja por razón de su sexo, de su edad, de su pertenencia
étnica o de una minusvalía. Las diferencias entre las zonas rurales y urbanas
son sobrecogedoras.
Son los niños más pobres quienes menos
han progresado en términos de nutrición. En Asia del Sur, no se ha constatado
ningún progreso entre 1995 y 2009 entre los niños de las parejas más pobres,
mientras que la frecuencia de la insuficiencia ponderal entre el 20% de las
parejas más ricas disminuía en cerca de un tercio.
Los progresos en materia de saneamientos
no afectan generalmente a los pobres que viven en las zonas rurales. Cerca de
2,6 mil millones de personas no tienen servicios con cisterna u otras formas de
saneamiento. Allí donde los progresos existen no benefician a los pobres.
Mejorar la vida de un número creciente de
habitantes pobres urbanos permanece como un desafío monumental. Los progresos
realizados en los barrios de chabolas no han sido suficientes para paliar el
crecimiento de las construcciones de infraviviendas informales. Los habitantes
de las ciudades viven en tugurios serían, hoy, 828 millones, contra 657
millones frente a 828 millones en 1990 y 767 millones en 2000.
El acceso al agua potable se ha
incrementado de forma desigual. En todas las regiones, la cobertura en las
zonas rurales es menor que en las ciudades.
Objetivos
del Milenio para el Desarrollo. Informe 2011, ONU
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